Querido/a lector/ra:
Sé que ha pasado tiempo desde la última vez que compartí algo por aquí. He estado ausente, pero siempre con la mente puesta en este espacio tan mío como tuyo. A veces, la vida tiene su propio ritmo, y solo queda adaptarse a los nuevos tiempos. Hoy regreso con más fuerza y ganas de compartir contigo mis letras. Gracias por estar siempre.
1
Sentada en mi penumbra,
evoco cielos rojos y penurias.
Mientras mis manos
Tejen tempestades
Alrededor de un fuego petulante
que se desangra
como la memoria,
dulce y amarga.
Y en cada
estallido,
Algo se despedaza.
Algo se agrieta,
Como el eco sordo
De una muerte callada.
©Charlotte Bennet
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