III
La tierra no te perdona,
no olvida...
Ni aun cuando
tus pasos,
bajo la triste hierba,
sean un eco desgarbado
en la plenitud del día...
Ni aun
cuando mi pecho se agriete,
inundado de frío y escarcha,
allí donde la lluvia
alarga la vida
de las flores resecas.
Ni aun
cuando el viento
traiga tu voz,
apenas en un susurro
que nadie quiere nombrar.
La tierra no
te perdona,
ni mi alma olvida.
CHARLOTTE BENNET
II
Tu ausencia tiene ojos
y una forma altiva de serenarse,
mientras me reta, sigilosa,
en el fragor de la mañana.
Tu ausencia tiene el olor
de un recuerdo póstumo.
Tiene voz
en el silencio que emana
de las flores
que agonizan huérfanas.
A veces, tu ausencia gira
tras estos muros de escarcha,
como si buscara el dolor
que emana de mi sangre.
Otras,
abre la ventana
cuando mi mente
quiere olvidarte.
CHARLOTTE BENNET
A veces, el amor duele cuando se acaba... Queda esa grieta en el pecho, como un eco que respira con nosotros.
He escrito una serie de poemas que iré publicando, y que son como una especie de bitácora emocional. Un conjunto de fragmentos que he ido plasmando en una servilleta de papel a medida que la inspiración me acompañaba en cualquier momento o lugar. Sé de lo que hablo... :)
Gracias por leer mis letras.
I
Ya no ilumina tu alma
el verdor de las flores,
ni tus manos escarban
la tierra entre los herbajes.
Ya no busco
tus gestos
en la plenitud de la tarde,
ni en la hendidura tibia
que deja tu mano
cuando se evade.
Ya no
percibo fervor,
sino ese eco
perdido en la bruma
de tu enfilada frente perfilada.
Ya no trinan
los pájaros,
sino que el alba calla,
inmutable,
ante el temblor
de lo que perece
sin ruido,
sin esperanza.
CHARLOTTE BENNET
