Entrecierro mis ojos abatidos por el
sufrimiento, y lo único que veo es una mera sombra seducida por un profundo vacío,
que se adelanta a entorpecer mis pasos dados del revés, ya que no avanzo ni
retrocedo, sino que me estanco con una asombrosa torpeza, aliñada ésta por un
puñado de deseos que quedan suspendidos en el infinito…posiblemente inalcanzables
como aquel beso apurado de un amor forzado, que no siente ni atiende a razones…ni emociones….igual que aquel ave rapaz, que acude a destripar mi alma desgarrándola
en cobardes ilusiones…condensadas en dolientes promesas, ahora silenciadas por
el tiempo… quien se pasea, lentamente, ante mi alborotando, así, a este extenuado corazón.
© Propiedad
Intelectual. Charlotte Bennet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario