miércoles, 1 de abril de 2015

Callar





                                      


   Caminar entre tristes recuerdos agilizando el paso para que el alma no mengüe entre ciénagas impregnadas de dolor, sino que continúe avanzando sobre aquellos removidos ríos repletos de agonía, cuya corriente traspasa el corazón, mientras éste trata de no contraerse por sentimientos urdidos entre incesantes pesadumbres…que abruman, aportando un desesperado lamento, que solo conoció aquel que se precipitó sobre la desnivelada vertiente de la amargura…y la locura más temprana. Callar en vez de anhelar, solo para escuchar cómo la razón rebate a la emoción con su particular soliloquio…suspirar para comprender, finalmente, que nada se tuvo puesto que aquello nunca existió salvo en la imaginación más precoz.


 © Propiedad Intelectual. Charlotte Bennet.

          I Llámalo pasión. Llámalo deseo… Pero en mi ya no nace Dibujar   un sol embriagador Allá donde sólo hay nubes negras. ...