
Ligera de dolor te fuiste como aquella
mariposa disuadida por la brisa y por
el frágil resplandor de aquel atardecer consumado por la lluvia que batía mi
alma desgarrada. Y deseé acoplarme a tus alas doradas para así resguardarme
de aquel tormento, que me aguardaba. Morir quise contigo pues te fuiste llena
de amor y compasión que en mi quedó dibujado tu rostro adornado con rosas
blancas que besé sollozando, mientras sentía cómo la noche en mí cabía, y envolvía
mi aliento roto por aquel extraño estremecimiento…pero sé que duermes entre
nubes magnas y sentidas plegarias, que brotan de mi ser que tanto te añora, y
te respira en cada amanecer…
© Propiedad Intelectual. Charlotte Bennet.
© Propiedad Intelectual. Charlotte Bennet.