viernes, 8 de abril de 2016

Brumas

                                        
                                            



  Quizás la bruma se adueñara de las palabras y solo quedara el hueco de un silencio grabado en la silueta de un cometa ondeando al viento, mientras el deseo deambulaba conquistando el alma para que ésta sembrara rosas en aquel jardín incendiado de sueños, que ululaban como espíritus en una noche cegada. Quizás...la voluntad hiciera que la niña que había en mi dibujara estrellas en el dorso de una mano, que peinaba mares entrelazados…a los que amé, sin dudarlo, a sabiendas que el dolor acabaría invernando en mis huesos desbancados por el leve rumor de las olas… 


© Propiedad Intelectual. Charlotte Bennet.

          I Llámalo pasión. Llámalo deseo… Pero en mi ya no nace Dibujar   un sol embriagador Allá donde sólo hay nubes negras. ...