Nos pasamos la vida esperando a que esa “amistad verdadera” llegue, y cuando lo hace, nos damos cuenta de que las apariencias, a veces, engañan. Esos “amigos” pueden terminar siendo lobos con piel de cordero cuando menos lo esperas. No te sientas mal por ello. Es fácil confundirse cuando las palabras suenan tan bonitas, pero los hechos siempre cuentan más. Tenlo presente: la verdadera amistad no se pide, ni se exige. Se construye con el día a día, con el simple acto de estar ahí, incluso cuando las cosas no están tan bien.
Cuando alguien te aprecia, te valora de verdad, te respeta y está dispuesto a estar a tu lado sin pedir nada a cambio, sabes que esa amistad sí vale la pena. Lo demás es puro teatro, así que no sufras. Ellos, te aseguro, no lo harán por ti. A lo sumo, buscarán a alguien mucho más ingenuo a quien estafar emocionalmente y sacar tajada de ello.
Así que empieza por hacer un barrido para este año nuevo que está a punto de empezar. Da un giro a tu vida, y toma el control. Elige quién se queda y quién se va. No des explicaciones. No las necesitan. Saben lo que han hecho, y aún así te culparán… Pero tú sabes quién eres. No necesitas que te lo recuerden...
No hay comentarios:
Publicar un comentario