El tiempo me esclaviza. El dolor se rebela y perdura como una sombra siniestra. Quiero olvidarte, pero no puedo. Recuerdo lo que fuimos y lo que sentimos...Ahora solo soy el reflejo de un lamento, puro y desgarrador, que me convierte en estatua de sal…Pues aun cuando nuestros labios nos impidan admitir nuestros errores, me basta con comprender que caí en tu juego de absoluta vanidad.
© Charlotte Bennet.
© Charlotte Bennet.
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